CASA JOTA se llama así por nuestros abuelos (Juana y José), que vivieron muchos años en la vivienda que había antes aquí; una humilde casita de abobe y madera, estrecha y larga, que hubo que derribar hace 15 años.
Esta nueva casa es mucho mejor constructiva y espacialmente, pero conserva el alma de aquella bonita casa de la judería de Lerma, de trabajadores recios y de familia unida.
Aquí todos fueron felices, y esperamos que vosotros también.
Bienvenidos a nuestra casa.
Bienvenidos a Lerma.